http://www.hosteltur.com/comunidad/002414_wifi-en-los-hoteles-a-que-nivel-ponemos-este-servicio.html
Para hoy, no traigo una noticia, sino
un post de la Comunidad Hosteltur que me ha parecido interesante.
En dicho post, se nos plantea una
reflexión sobre el servicio WiFi ofrecido en algunos hoteles, que bien podríamos extrapolar a otros servicios o establecimientos turísticos (restauración, medios de transporte,
etc.). Bien es sabido por todos, que este WiFi, funciona (y más aún,
funciona “bien”), la mitad de las veces con suerte. El autor del
post, nos cuenta a modo de anécdota personal, que acudió a la
recepción de un hotel, para pedir amablemente que intentaran
comprobar si el WiFi funcionaba, y recibió un trato del
recepcionista digno de la atención que se presta a la cosa menos
importante del mundo. Dejo abiertas las mismas reflexiones que dicho
autor: ¿Que importancia le deberíamos dar a este tipo de servicios?
En mi opinión, bastante. En los
tiempos en los que vivimos, estar conectado a internet es
prácticamente esencial para la mayoría, más aún cuando se viaja
(y se necesita consultar todo tipo de informaciones con bastante frecuencia).
La mayoría de ciudades ya disponen de aplicaciones para móvil, el
Turismo “Smart” está a la orden del día, cuando viajamos
solemos utilizar el GPS y el “maps”, etc. Es decir, este tipo de
servicios tecnológicos en la era de las TIC se están poniendo al
mismo nivel de importancia que otros tradicionales como pueden ser el
minibar, el servicio de habitaciones, etc. No se debería poner un
cartel donde diga “zona WiFi”, solo porque esté de moda y le de
un toque más “a la última” al lugar. Si se ofrece ese servicio,
debería ofrecerse en condiciones, y si no, no ofrecerse. Tampoco va
a morirse nadie, pero por lo menos que el cliente esté prevenido de
lo que hay y lo que no. Que no funcione el WiFi debería ser la
excepción y no la norma, y de no funcionar debería al menos
avisarse al cliente e intentar solucionarse el incidente, no tratándolo como si
fuera un mero adorno. Muchos coincidirán conmigo, en que hoy por
hoy, me da igual que se estropee un ascensor (todo depende de la
altura, claro), o que no haya tal o cual bebida en el minibar, o que la piscina este cerrada de tal a cual hora, pero
por favor que funcione el WiFi, que desde el extranjero me sale mucho
más barato el wassap y me estoy fundiendo los datos...
Mi conclusión es que si queremos
modernizarnos, lo hagamos bien. Seamos conscientes de la calidad con
la que queremos prestar los servicios que se supone prestamos. No
vendamos gato por liebre!
José L. Díaz Pérez
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