En este mercado se han podido degustar productos artesanos como embutidos o quesos, tomar te en auténticas teterías medievales o comprar productos hechos a mano como jabones o bisutería.
Durante estas jornadas, no solo el mercado animaba la zona sino que también actuaciones de música, baile y malabares hacían el ambiente más medieval.
Es una actividad que se realiza cada año debido al interés turístico que suscita y al éxito que se obtiene cada año.
María Martínez.
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