lunes, 17 de marzo de 2014

Tárbena vs EMT

Domingo, 10 de la mañana, me despierto y observo el gran sol que atraviesa el cristal de la ventana de mi cuarto, por delante estudiar para un examen, EL EXAMEN. Con toda seguridad el mas difícil no solo del trimestre, me atrevería a decir que del curso. 44 organismos para estudiar, pero el sol me invitaba a no quedarme en casa.
Empiezo a pensar en que lugar ir a conocer o visitar, lo cierto es que llevaba días pensando en Tárbena, un pueblo de interior de la Marina Baixa del que guardo buenos recuerdos de la niñez y al que me apetecía volver después de muchos años. Y así fué, me preparé la mochila, el agua y de pronto, a mi mente volvió el examen. Por un momento pensé en que lo mas responsable era quedarme pero de nuevo miré al paisaje que ofrecía mi ventana y.... ya no había marcha atrás.

Tárbena se encuentra a 17 km de La Nucía, aproximadamente a unos 25 minutos. Rodeado de 3 valles, es el último pueblo de la comarca lindando con Parcent, Jalón y Callosa d´Ensarrià.
Se cuenta que en el 1090 el Cid a su paso por el Portus Tarna (El Pueblo Alto), se paró en el castillo de Tárbena. 
Es un pueblo dedicado a la agricultura y a la artesanía del mimbre y la palma.

Durante la subida se pueden observar los grandes valles que te llevan hasta allí y creerme que son de una gran belleza. Una vez llegado allí me dispongo a empezar mi pequeño recorrido por el lugar. Me pierdo entre sus estrechas calles, acompañado de la tranquilidad y un sol enriquecedor que me acompañará durante todo el camino. Llego al pequeño colegio del pueblo y a unos metros me encuentro un banquito donde se puede disfrutar de las grandes vistas que ofrece el pueblo. AGUITUR, AVT o ETC vuelven a mi cabeza y me recuerdan que tengo que ponerme las pilas si quiero aprobar el examen. El momento de tranquilidad se rompe, y decido continuar un rato mas, pensando ya en acabar el paseo y llegar lo antes posible a la plaza mayor del pueblo para disfrutar de una deliciosa cervecita. Así hice, llegar a la plaza, contemplar la Iglesia y tomar esa cervecita para emprender el viaje de vuelta.

De vuelta a casa, 44 organismos me esperaban en el escritorio, sus logos, sus webs, sus objetivos... Duro trabajo. Quizás lo mas responsable hubiera sido quedarme pero de nuevo miré al paisaje que ofrecía mi ventana y....

Boris M.E.







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