En Tulum, México, se inaugura un hostal cuyas habitaciones son segmentos de tubería de hormigón. Un modelo que surgió hace una década en Austria
Una tubería de hormigón de unos dos metros de diámetro en la que cabe, justito, una cama doble, una mesilla y algo de espacio para almacenaje. La mínima expresión de lo que es una habitación. Una versión barata y prefabricada de los llamados hoteles cápsula. El TuboTulum Hostel, que se acaba de inaugurar en la Riviera Maya mexicana, es el tercero del mundo que utiliza estos segmentos de tubería de hormigón armado para proporcionar alojamiento económico a los viajeros.
La idea original surgió en Austria cuando, en 2004, Andreas Strauss, un recién licenciado en Bellas Artes ideó dasparkhotel, un albergue minimalista a orillas del Danubio (en Ottensheim, Linz), casi una consigna para que los viajeros guardasen sus pertenencias con espacio suficiente para dormir dentro y un enchufe en el que cargar el móvil. Arquitectónicamente, el concepto era barato y reutilizable, y bastaba una grúa que colocase los tubos para "construirlo". Un testero cerrado, una puerta con combinación en el otro, un poco de pintura, una cama y listo. Los servicios y la ducha los proporcionan unas instalaciones públicas anexas. El desayuno se sirve en una cafetería cercana. Los clientes de dasparkhotel "reservan" habitación apuntándose en la web en la que obtienen la clave de la cerradura y pagan la voluntad (que se deja en efectivo sobre la cama al abandonar la habitación). Actualmente además de en Linz, Austria, hay otro hostal cerca de Essen, Alemania, en la ruta ciclista del río Emscher. "Estamos felices de que tras diez años de funcionamiento se ha visto que la idea de una herramienta de hospitalidad semi-pública no era utopica", explica Strauss por mail.
En 2010, a 45 minutos de México D.F., nació un tubo hostal físicamente muy parecido al de Strauss, aunque con un concepto más "hotelero" y menos experimental detrás. El estudio de arquitectura T3arc proyectó en Tepoztlan el Tubo Hotel que tiene 20 "habitaciones" de 2.44 metros de diámetro y 3.50 de largo, en torno a un patio común, algunas apiladas emulando las pirámides aztecas de la zona. La noche sale a partir de unos 20 euros e incluye los servicios comunes (hay un edificio con baños y duchas y una piscina).
A estos dos tubo-hostales se suma ahora el Tubo Tulum, en la Rivera Maya. En la zona, además de playas paradisíacas, hay unas espectaculares ruinas mayas y fabulosos cenotes (lagos subterráneos). A diferencia de los grandes hoteles que abundan en Cancún, Tulum es famoso por sus cabañas a pie de playa, una suerte de turismo 'ecochic' al que se quiere sumar esta nueva iniciativa. Por entre 27 y 35 euros la doble, los clientes de este tubo hostal tropical disfrutan de un jardín y una cocina comunitarios a dos kilómetros de la playa. El precio incluye desayuno y wifi, y por unos 4 euros más al día, una bicicleta para explorar más allá del tubo.
Comentario.
Esta nueva tendencia de alojamiento económico está ganando terreno a nivel mundial, por lo que este nuevo concepto se debe de tomar mucho en cuenta para un futuro muy cercano y exitoso.
Paúl Dávila Herrera
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